Hábitat: Hay muchos tipos de serpientes esparcidas por todos los continentes del planeta en prácticamente todo tipo de hábitats cálidos o templados. Se calcula que hay alrededor de 2,700 especies. Las más conocidas reciben sus nombres en función de sus características principales o su apariencia, así tenemos a la serpiente de cascabel, la serpiente de agua, la de coral, la corredora, la comedora de huevos, la de vidrio, la jarretera, la voladora, la marina, etc. Aunque las serpientes venenosas son las mas conocidas y populares, representan una pequeña parte de todas las especies existentes en el mundo. Se calcula que únicamente alrededor de 400 especies son venenosas y de ellas sólo 50 son potencialmente mortales para el humano.
Costumbres: Algunas de ellas tienen hábitos nocturnos, como la coral, que durante el día permanece escondida en resquicios de piedras y cortezas de árboles y de noche salen a cazar. Otras, como la serpiente corredora, son diurnas y se encuentran en matorrales, pastizales, plantaciones o bosques claros. Viven en el suelo, pero trepan por árboles y arbustos e incluso son capaces de nadar para escapar de algún peligro. No obstante, prefieren no salir muy lejos de su morada habitual. Desplazamientos largos sólo se llevan a cabo para escapar de algún peligro o para buscar algún refugio adecuado donde pasar el invierno como grietas de rocas o madrigueras hechas por otros animales en las que pueden pasar hasta seis meses en hibernación.
Se sabe que las serpientes son sordas, y aunque con frecuencia parecen reaccionar a los sonidos, en realidad reaccionan ante el olor, las vibraciones, la percepción del calor o el movimiento que perciben sus ojos. Durante los meses de primavera y verano, las serpientes regulan su temperatura corporal mediante el calor del sol o buscando la sombra. La piel de la serpiente es casi impermeable, por eso retienen mucho agua y necesitan muy poca para subsistir, casi una décima parte de lo que necesita un mamífero de talla similar. Las serpientes mudan de piel por lo menos una vez al año y algunas especies hasta cuatro veces. Al crecer la piel empieza a apretar y se gasta. El reptil tiene una piel nueva bajo la antigua. Cuando una serpiente se está preparando para mudar, los ojos se vuelven un color blanco azul durante unos días y el color de la piel empieza a perder brillo y tener un color más pálido o mate. Cuando los ojos vuelven a tener el color normal la serpiente está a punto de mudar.
Reproducción: El galanteo de las serpientes normalmente consiste en una persecución seguida de una danza. El macho acosa a la hembra hasta que puede entrelazarse con ella. Continúan luego con esta posición para separarse finalmente e iniciar una danza que puede durar una hora o más hasta que se produce la cópula. Depende del clima que críen una vez al año o menos. El apareamiento normalmente se efectúa en la primavera y el número de crías puede variar de una a 60, según la especie y el tamaño de la madre; en promedio es de 10 a 20.
Alimentación: Se alimenta de pequeños animales de sangre caliente o fría, dependiendo de su hábitat. Por ejemplo, la serpiente de cascabel come principalmente conejos y liebres; la serpiente comedora de huevos se alimenta únicamente de éstos y los ingiere con todo y el cascarón. Las serpientes más jóvenes pueden cazar principalmente ranas, salamandras y lagartos. También hay algunas especies, como la serpiente rey, que se alimentan de otro tipo de serpientes.
Enemigos: El veneno de las serpientes no impide que sean presa de otros animales. Los halcones, las águilas, las mofetas y aún otras serpientes ofidiófagas las comen. Los ciervos, cerdos y otros animales dotados de pesuñas o cascos las pisotean, especialmente a los individuos jóvenes, y muchas mueren también de frío o excesivo calor, así como de hambre en caso de sequías o inundaciones. De hecho son pocas las que alcanzan a ver el fin de su primer año. Los humanos también son un peligro para las serpientes ya que la maquinaria agrícola avanza tan velozmente que les impide la huida, la aradura a fondo destruye sus huevos y las actividades de recolección fuerzan a los adultos a buscar nuevas moradas.
Expectativa de vida: Dependiendo de la variedad, las serpientes pueden vivir entre 10 y hasta 30 años si permanecen en cautividad.
Hechos interesantes: La peligrosidad de las serpientes para el hombre difiere bastante de una especie a otra. Hay algunas que no atacan a menos que se les provoque o maltrate y hay otras que, por el contrario, no sólo emiten algún sonido amenazador, sino que persiguen a cualquier intruso que pase por su territorio. El veneno de las serpientes se clasifica como neurotóxico, necrosante y hemotóxico. El primero actúa sobre el Sistema Nervioso provocando invalidez, confusión de los sentidos y dificultad respiratoria, el segundo actúa sobre los tejidos e interrumpe la circulación, mientras que el último destruye lo glóbulos rojos dentro de la sangre. La toxicidad depende de varios factores, tales como la edad de la serpiente y del hecho de que anteriormente haya atacado ya a otra víctima, habiéndose vaciado así su reserva de veneno. Se sabe que, a veces, una serpiente precisa hasta casi dos meses para rellenar completamente su depósito de veneno. Para inyectar una cantidad letal del mismo, la serpiente muerde y mastica la carne de su víctima, lacerando la piel e introduciendo así suficiente veneno.